Columnistas como Rosa María Palacios, César Hildebrandt, entre otros, andan extrañados de la flacidez con la que actúa PPK como candidato a la segunda vuelta. Casi todos dicen en coro que PPK parece no querer ganar las elecciones.

PPK parece un boxeador comprado para tirarse a la lona al primer golpe. Y vaya si Keiko lo tiene arrinconado en las cuerdas, si hasta lo acusó de "¡apoyar al narcotráfico!".

Varias hipótesis pueden llegar a la imaginación.

PRIMERO, que le hicieron lobby al lobbysta y ya lo compraron a cambio de suculentos contratos para cuando Keiko sea presidenta.

SEGUNDO, que lo tengan amenazado. Tal vez le hayan encontrado cosas que de ser destapadas lo hundirían frente a sus amos o clientes internacionales.

TERCERO, tal vez él mismo prefiera su derrota para facilitarse negociaciones posteriores.

¿Cuales son los caminos que tiene? 

Dejar de lado su competencia, "fracasar" en el debate ante Keiko, y si a pesar de eso sigue siendo favorecido por el incremento de votantes a su favor, renunciar argumentado problemas de salud.... pero eso sería un desprestigio personal muy fuerte.

También podría simular un infarto. Hay tantos médicos fujimoristas como Aguinaga, que certificarían su incapacidad para gobernar y... Keiko muy compungida saldría a los medios a "desearle una pronta mejoría".

60 mil millones de razones para tirarse a la lona

Hay 60 mil millones de dólares en las reservas, que a los fujimoristas les hace temblar los colmillos y PPK no puede ser la piedra en el zapato.

Insisto, no hay mejor alternativa de por medio que empujar, aunque sea a patadas, al pasmado PPK a seguir adelante y ganar. El pueblo, no PPK, en las ánforas, debe conquistar el derecho a darle un portón en las narices a los gángsteres del fujimontesinismo.

Que los hampones Fujimori y Montesinos (quien debe estar asesorando a su "sobrina" Keiko), no salgan con la suya.

KEIKO NO VA, HAY QUE DERROTAR AL FUJIMONTESINISMO