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CHOLOS SI, BARATOS ¡NO!

Los manotazos de una ley que solo ha despertado la ira de los jóvenes

“Cuando la ley es injusta, protestar es un deber” Cartel durante una marcha de jóvenes contra la ley laboral“Cuando se cierran las puertas de la legalidad, se abren las puertas de la revolución”Pedro Albizu Campos, independentista puertorriqueño

CABE

Publicado: 2014-12-23


La recién decretada ley de Nuevo régimen laboral juvenil, demuestra el precario capitalismo peruano y constata una vez más que la supuesta clase empresarial peruana sigue siendo testaferra y parasitaria. Una burguesía churreta.

Una clase que solo vive de “su” porcentaje, un inmerecido premio otorgado por las grandes corporaciones capitalistas a las que ellos han “concesionado” la mayoría de riquezas naturales y las que produce el trabajo social en nuestro país.

Incapaces de producir mercancías con valor agregado, porque eso les significaría tener que trabajar, y dejar la zanganería de lado, estos parásitos, consideran que la “reactivación económica”, es decir la prosperidad que alcanzaban hasta hace poco, bajo una economía extractivista, depende de cuanto humillen y aplasten al pueblo peruano, al que, durante el fujimontesinismo, despojaron de sus derechos laborales básicos como la jornada de 8 horas, sindicalización, contratos colectivos, beneficios sociales, seguro social, etc.

Todo con el objeto de mendigar inversiones que ellos creen ciegamente que son producto de la Constitución redactada por su mafia en la sala del SIN.

¿Todo por qué?

Porque, repetimos una vez más, esa clase parasitaria no está en condiciones de construir siquiera una economía capitalista basada en el mercado interno. Y ya no están los tiempos para que surjan como clase industrial, sobre todo porque su cerebro ya no da para tanto y, sumisos al amo imperial, han aceptado de rodillas la división internacional del trabajo que, al Perú un país inconmensurablemente rico en recursos, lo ha condenado al despojo. Un endémico destino que solo conduce al hambre, la miseria, al muladar en que vivimos y a la muerte lenta.

Ante la crisis mundial, ciegos y demenciales, nuestros parásitos burgueses creen que todo consiste en reducir beneficios laborables para que las inversiones regresen.

Por eso, la “nueva” propuesta laboral pisotea a nuestros jóvenes calificándolos de “incompetentes” e inelegibles para obtener los raleados derechos que aun conserva una mínima parte de los trabajadores. Para ellos, de lo que se trata es de aumentar el ejército de reserva de “cholos baratos”.

Es que este Perú colonial...

Sigue siendo considerado como país de cholos baratos, comenzando por Humala un presidente que le sale barato a la Confiep, que es la que corta el jamón en Palacio.

La ley contra los jóvenes trabajadores arrastra, sin embargo, una insalvable contradicción: mientras que para el Código civil, a partir de los 18 años ya se es mayor de edad con todas las obligaciones tributarias en curso, el nuevo sistema laboral convierte a los jóvenes entre los 18 y 24 años en menores o peor aun en incapacitados para tener derechos plenos como cualquier otro trabajador.

¿Con que concepto elaboran leyes los genios del gobierno? ¿Se podría decir, con la mendaz lógica que ellos usan, que una persona de 40 años está mejor capacitada que uno de 30, y uno de 50 mejor que uno de 40?

Esta ley, al parecer es una copia de la que se intentó imponer en España y cuyo repudio fue tan fuerte que remeció al gobierno peninsular, siendo el punto de partida para una enorme movilización social de la que surgió Podemos, un movimiento político que tiene en jaque al gobierno derechista de Mariano Rajoy.

El basurero de la historia los espera.

Esta es nuestra oportunidad para quienes estamos convencidos de que el Perú necesita un cambio total, socialista. Es de esperar que la respuesta juvenil nacida en Lima, se extienda a nivel nacional y que esto promueva la creación de un extenso movimiento político que luche por la victoria definitiva.

La grita surgida espontáneamente en las marchas, especialmente este 22 de diciembre: “Obreros y estudiantes, unidos venceremos” es significativa, como lo es también la presencia de un pequeño escalón de activistas jóvenes de la CGTP que atizó la consigna de Paro Nacional para la caída del gobierno.

Esto puede marcar un paso adelante en la dirección de la caída del sistema capitalista. Por ello, es urgente impedir que este movimiento acabe con el bozal estalinista, esa “izquierda” que ya intenta controlarlo para conducirlo a un frente electoral y desde allí derrotarlo.

Puede que el poder para los trabajadores y el socialismo estén más cerca de lo que pensamos. Se debe procurar, sin ánimos de construir un nuevo partido, un comité de acción para centralizar la protesta, si es posible organizar una especie de Marcha de los 4 Suyos, por la derogatoria de la ley contra los jóvenes trabajadores, y más allá aun, por que como esta Ley es consecuencia de la Constitución fujimontesinista, hay que plantearse la lucha por una nueva Asamblea Constituyente, donde esté reflejado el movimiento popular, no los politiqueros de siempre, esos que hoy están en primera línea solo para la foto.

El debate en torno la propuesta socialista aun está en sus comienzos pero hoy más que nunca tiene oídos receptivos, ya lo dice un cartel “Te imponen, te reprimen, te desinforman… Te escucharán, ¡Levántate!


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Cabe en política

Meter la cuchara en política peruana y en general